adicción pornografía adolescentes y niños

Tu hijo entre los 8 y los 12 años puede estar consumiendo pornografía

La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) ha revelado que los niños empiezan a ver pornografía entre los 8 y los 12 años, adolescentes de 13 a 17 años lo consumen constantemente y 9 de cada 10 padres no saben que sus hijos tienen acceso a este contenido.

La población adolescente y preadolescente tiene un mayor acceso a la pornografía que en tus tiempos. El uso del móvil se ha extendido como sabemos y la edad a la que se dispone de este u otro dispositivo es cada vez más temprana, aumentando los riesgos de llegar a contenido que interfiere en su desarrollo.

Como padres este dato os estará alarmando y es normal, porque la educación sexual es otro pilar importante en tu reto como madre o padre. Y conocer la información que puede tener tu hijo/a en este ámbito os ayudará para ofrecerle una educación sexual adecuada y, sobre todo, real y sana.

¿Qué riesgo corre mi hijo/a al tener acceso al porno antes de tiempo?

 En este blog desvelamos diferentes riesgos para que puedas adelantarte y ofrecerle a tu hijo/a una mejor forma de encontrarse con el sexo.

Riesgo 1. Que sea la única vía para aprender sobre las relaciones sexuales

Sentir curiosidad sobre el sexo es algo natural y la pornografía se ha convertido en un mal recurso para explorar. Las escenas que aparecen perjudican gravemente el concepto de sexualidad y mucho más aún si esta es la “primera” imagen sexual que tiene un niño de 8 años, provocando en él un aumento de la curiosidad y obsesión con el sexo.

Los adolescentes de 12, 13 y 14 años usan la pornografía como forma de experimentar la sexualidad, suponiendo un riesgo para su desarrollo, ya que le lleva a generar un concepto distorsionado de cómo aproximarse a una relación sexual con otra persona. Quedando totalmente suprimidas las etapas del cortejo tradicional necesario en estas interacciones.

Si necesitas saber más sobre este riesgo, en PsicoIndalo Psicólogos te ayudamos a conocer más y a ver con detenimiento la situación en casa en relación a este tema y cómo ayudar a tu hijo a desarrollar una sexualidad sana.

Riesgo 2. La falsa realidad que transmite

Además de aparecer escenas sexuales irreales y muchas veces violentas, los protagonistas aparecen con físicos ideales que se alejan de la realidad y hacen que el niño o adolescente se vuelva vulnerable a esta imagen y desarrolle comportamientos que vayan encaminados a tener ese cuerpo o, que no lleguen a cubrir ese físico, y esto suponga un riesgo para acercarse a una relación sexual segura con otra persona cuando le corresponda.  Quedando afectada su autoestima, aumentando la ansiedad y malestar en él.

Si sospechas que tu hijo/a está haciendo uso de pornografía y que pueda estar necesitando ayuda con el tema de la sexualidad, te ayudamos desde PsicoIndalo Psicólogos para que te sea más fácil abordar este tema.

Riesgo 3. Uso inadecuado y desmedido

Al ver porno es una reacción normal la excitación sexual, que lleva a la masturbación y hacer que el niño o el adolescente quede atrapado en esa forma de sexualidad. Limitando el interés en mantener relaciones sexuales en pareja. Ya existen personas que se identifican como “pornosexuales”, encontrando en el porno todo lo que necesitan a nivel sexual.

Por otro lado, esto se ve favorecido al mismo tiempo por la inmediatez y la elección de la temática a la que pueden acceder y el placer alcanzado en un mínimo de tiempo. Un riesgo que aumenta el poder desarrollar una dependencia a este tipo de práctica sexual tan lejos de alcanzar en la vida cotidiana y también a problemas físicos como la disfunción sexual.

En PsicoIndalo, conocemos cómo el cerebro es modificado al usar porno, cómo afecta a la persona que queda atrapada y los mecanismos cerebrales implicados en dicho consumo.

Riesgo 4. No saber qué puedo hacer yo como padre

El sexo durante la etapa adolescente es un tema de interés, de descubrimiento para los jóvenes y es inevitable el acceso en algún momento al contenido que ofrece la pornografía.  Es por esto que, hay que proporcionarle al menor una educación sexual adecuada, segura y real.

En muchos casos, el sexo es un tema tabú en la familia o no se aborda de una manera completa por motivos de cultura o vergüenza. Los padres se suelen centrar más en los riesgos que puede generar practicar sexo sin seguridad, pero quedan muchos hilos sueltos que generan desconocimiento y duda en los adolescentes.

A pesar de que la curiosidad de tus hijo/as los lleve a buscar información por sí mismos hasta llegar a medios como el porno, como padres es importante que busquéis u ofrezcáis medios y recursos adecuados para que tengan una educación sexual completa y resolver esas dudas que les puedan surgir.
 
En Psicoindalo, somos conscientes de esta problemática actual y de la preocupación por parte de los padres. Ofrecemos las herramientas adecuadas para ayudaros en la educación sexual y abordar con vosotros la importancia de dar esa información y la manera más efectiva de lidiar con ellos estos temas con el objetivo de realizarlo de una manera natural y que el adolescente pueda abrirse y no recurrir a medios como la pornografía para conocer el mundo del sexo.

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